Grandes emprendedores fallaron muchas veces, y volvieron a intentarlo hasta tener éxito. Es por eso que si estás pensando en emprender es importante que tengas en cuenta algunos de los siguientes consejos para iniciar un emprendimiento.
1. Tomá tu idea y convertila en un producto comercial
¿Tu idea es algo por lo cual la gente va a querer pagar? Antes de preguntarte cómo comenzar a emprender analizá cuáles son las fortalezas y debilidades de la misma y cuántos posibles compradores existen en tu barrio, ciudad o incluso el país. Cuánto tiempo vas a tener que emplear para transformarla en algo vendible; cómo eso va a afectar tu vida y recién después, cuánta plata vas a necesitar y cómo vas a conseguirla.
Ya sea un emprendimiento de ropa, pintura, cocina, arte, diseño, decoración, o la idea que se te ocurra, es bueno relacionarte con los demás, puede ayudarte a la hora de emprender. Esto te va conectar no solo con posibles clientes sino también con otros emprendedores que pueden enseñarte a reducir el tiempo de aprendizaje y transmitirte su experiencia sobre cómo convertir una idea en un producto o servicio comercial. Cuando ya tengas clara tu idea y el plan para hacerlo, puede ser de mucha ayuda capacitarte en algunas habilidades, tanto de venta como técnicas; para destacar mejor tu trabajo o mejorar tu proyecto inicial.
2. Empezá con un producto mínimo y dale valor agregado con el tiempo
Cuando descubrís cuál es tu idea, no trates de convertirla en un mega proyecto desde el inicio. Pensá en cuáles son las funciones o características mínimas que la idea necesita para poder ser ofrecida y mejorala con el tiempo. Si es posible, preguntándole a tus primeros clientes cómo la mejorarían. Este proceso de empezar con una idea con funciones mínimas, se conoce como Producto Mínimo Viable, o MVP del inglés, Minimum Viable Product. Luego, con capacitación, experiencia y la devolución de tus clientes, puede ir mejorando o incluso, entender que se debe comenzar de cero con la ventaja de no haber usado todo el tiempo y la plata disponible en un proyecto gigante que después, es mucho más difícil de mejorar o volver atrás.
3. Buscá lo que necesitás para arrancar
Si vas a vender un servicio debés tener las herramientas para cumplir con lo que vas a ofrecer. Por ejemplo: un diseñador gráfico necesita tener los programas de diseño necesarios y la computadora adecuada para que funcionen. Un futuro pastelero necesita un buen set de cocina y un horno adecuado. Así que la plata que vas a necesitar depende del tipo de negocio que querés tener, pero podés comenzar con lo básico y de poco hacerlo crecer.
4. Da a conocer lo que hacés
Esto se trata de buscar las oportunidades que puedan dar solución a las necesidades de otros. También es uno de los consejos para iniciar un emprendimiento más importante. Todas las empresas, por más grandes que sean ahora, tuvieron que conseguir un primer cliente. Cuando logres tu primera venta, tratá de dar el mejor producto o servicio que puedas de forma que el cliente quiera recomendarte con sus conocidos y amigos. No hay mejor forma de hacer crecer tu emprendimiento que con la recomendación de clientes, ya que esto te convierte en una persona confiable.
Hoy también contás con muchos medios para hacer más visible tu negocio. Las redes sociales como canales de venta de productos o servicios son una de las mejores vidrieras.
5. ¡No te desalientes si no generás ganancias en un primer momento!
Si el primer cliente tarda en llegar, ¡no te desanimes! y cuando llegue, intentá que ese momento sea una experiencia memorable. Si no te fue tan bien como esperabas, esperá y seguí intentando. La práctica forma la experiencia y con esta, las oportunidades de mejora. No esperes vivir de tu emprendimiento a partir del primer mes; planificá una base sólida y firme hasta que veas que ya no tenés que poner tu propia plata para que el negocio funcione. A esto los expertos lo llaman punto de equilibrio, que no es otra cosa que alcanzar la cantidad de clientes o ventas suficientes para mantener tu emprendimiento, sin tener que poner la plata de tu propio bolsillo. Si por algún motivo tu primer emprendimiento no funciona, no es un fracaso, es un nivel extra que alcanzás como emprendedor que usado con inteligencia, te puede dar más chances de éxitos en el futuro.
6. Buscá aliados
Otro de los buenos consejos para iniciar un emprendimiento es que en algunos momentos, puede que necesites a alguien que te ayude a emprender. Buscá contactos de personas que puedan complementar el producto o servicio que estás ofreciendo. Por ejemplo, si vas a vender remeras, sería positivo que conozcas alguien que venda jeans para que juntos sean más.
Más adelante pueden unirse y por qué no, crear toda una línea de ropa informal. Así que según el tipo de producto o servicio, juntate con personas que complementen tu actividad y que puedan aportar valor a tu negocio. De la misma forma, para algo tan importante como manejar (gerenciar) tu idea en formación. Si tenés dudas de marketing, finanzas, etc. buscá personas especializadas que puedan ayudarte o asesorarte en estos aspectos del negocio. Incluso, si estás pensando en un gran proyecto podrías necesitar a uno o más socios que aporten plata en el desarrollo de la idea.
En este aspecto, los asesores de empresas en formación, recomiendan que los socios que busques no piensen igual que vos ni tengan tus mismos conocimientos. De manera que puedan complementarse trabajando en equipo en las distintas tareas que requiere el nuevo negocio en desarrollo.
7. Hacé todo legal
El último de los consejos para iniciar un emprendimiento es que registres tu marca o patente. La marca es un nombre, término, signo, símbolo, diseño o una combinación de éstos que se le asigna a un producto, servicio o empresa con el fin de identificarlo y distinguirlo de los demás productos, servicios o empresas que existen en el mercado. Y la patente, se registra cuando la idea es tan innovadora (creativa) que no existía antes. Es tu invento y en lo posible, deberías registrarlo como tuyo, tanto para que sume valor como producto o servicio único, como también para protegerlo legalmente en caso de que alguien intente imitarlo en el futuro. El registro se realiza ante el Estado y no es complicado; entregás el formulario con el nombre de la marca y las características, ellos verifican que el nombre que elegiste no lo tenga nadie más en el país y queda aprobado. Si te resulta muy difícil el trámite, hay personas que trabajan en eso y pueden ayudarte.
Por otro lado, siempre que recibís plata por tu trabajo te recomendamos darte de alta en el monotributo para poder darle factura a tus clientes. El monotributo es el pago mensual de los impuestos que cobra el Estado por los servicios o productos que vendas. Este trámite se hace ante la AFIP y es bastante fácil.
Como ves, no vas a necesitar grandes cantidades de plata para comenzar tu emprendimiento. Tenés que tomar la decisión de querer emprender. Organizar tu tiempo, tus prioridades y la plata que actualmente tenés o con lo que contás para comenzar a desarrollar esa idea que sabés que puede funcionar y que posiblemente por miedo, nunca arranca. Se trata de ponerle ganas a lo que soñás y voluntad para llegar al objetivo. El mundo está lleno de emprendedores que arrancaron de abajo y de a poco fueron creciendo hasta convertirse en grandes empresarios.