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20 años del 20 de diciembre de 2001: aprendiendo de la historia

La crisis financiera, económica y social de 2001 fue central para el nacimiento de Ualá. De ahí venimos. Y por eso trabajamos por un sistema financiero más sólido, transparente, abierto e inclusivo.
2001
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“Para mi el 2001 fue un quiebre, algo que me marcó personalmente y también a lo que yo quería hacer en la vida. Así que ahí veo y siempre vi el germen de la idea de Ualá. ¿Por qué? Porque venimos de ahí, porque crecimos con eso, porque cambiamos con eso,” dice Pierpaolo Barbieri, fundador y CEO de Ualá. 

“Queremos ser esa generación que nació en el 2001 y que trabaja para que nunca se repita” es una de las frases que pueden leerse en la carta que reciben todas las personas que se descargan Ualá en Argentina, junto con su tarjeta gratuita y global. 

Y es por eso también que esta imagen del 20 de diciembre de 2001, tomada hace 20 años por Enrique García Medina, está colgada en una de las paredes de nuestra oficina de Palermo, en Buenos Aires. La vemos todos los días. 

Oficina de Ualá

 

El 2001, en la memoria

Conscientes del impacto que dejó esa etapa en el país que nos vio nacer, recopilamos testimonios de las personas que trabajan en Ualá. Porque aprendemos de nuestra historia para crear un mejor futuro.

“Nosotros nos comprometemos a no repetir la historia haciendo un ecosistema financiero distinto. Un producto con la mejor seguridad del mercado, trabajando todos los días para mejorar la interacción de Ualá con otras instituciones del mercado financiero. Podemos crear y exportar desde Argentina porque tenemos el conocimiento de lo que pasó y porque construimos entre todos un mejor mañana. El 2001 fue un quiebre. Un momento de fragilidad. Venimos de ahí, crecimos con eso, y evolucionamos con eso”. Pierpaolo Barbieri.

“Yo tenía 8 años. Despidieron a mi papá. El banco cerró y se fue del país. El corralito se comió los ahorros de mi papá. Y mi mamá -a raíz de la grave crisis- perdió los 4 locales. Pasamos de ser clase media-alta a clase baja-pobreza. Pasé hambre, me tocó recorrer las calles con mis hermanos para juntar cartón, vidrio o cosas que se pudieran vender y poco a poco fuimos progresando hasta llegar adonde hoy estoy. Agradezco cada día lo que pase en esa época, porque me enseñó a valorar lo que tengo, a querer superarme cada día más. A pesar de las adversidades en el 2001 fueron los mejores momentos en familia en que valoramos el kilo de milanesas que llegábamos a comprar cuando vendíamos nuestros recuerdos o reliquias familiares”. Iván del equipo de Tecnología.

“Aparecieron más tarde una serie de cuasimonedas que eran un lío. Cada provincia emitía sus propios billetes. Pagaban el sueldo con eso y después nadie las aceptaba. Era un desastre. A pesar de que se sufrió mucho, personalmente me ayudó a entender el valor del trabajo, la importancia de pelear por lo que uno quiere y, por sobre todo, el sacrificio de mis viejos para que no nos faltara nada”. Carlos del equipo de Producto.

“Para ese entonces mi familia tenía una constructora muy reconocida, muchos de los negocios dentro del rubro se hacían mediante hipotecas o préstamos y en dólares. En el 2001, después de la crisis perdimos todo. Mi casa, la casa de mis abuelos, la de mis tíos, la empresa. Todo. Después de 20 años recuerdo esos momentos con un gusto muy amargo, pero pienso que todo lo que pasó fue por algo y agradezco lo aprendido. Lo mejor está por venir, siempre”. Camila del equipo de Compliance.

“Con 15 años miraba a mis papás contar las monedas arriba de su cama para poder pagar siempre el mínimo de las tarjetas y lo que sobraba era para comprar en los ‘Todo suelto’ (nuevos en esa época)”. Gastón del equipo de Tecnología.

Aprendemos de nuestra historia para crear un mejor futuro

En este video contamos cómo lo que vivimos en ese momento fue clave para el nacimiento de Ualá hace poco más de 4 años. Es cada día uno de los motivos por los que todos los días trabajamos por un sistema más transparente, seguro e inclusivo.

Esta crisis nos marcó como sociedad. Por eso es importante entenderla, estudiarla, y aprender de ella. Golpeó mucho más fuerte a aquellos que estaban excluidos del sistema, dejando en evidencia nuestra falta de inclusión financiera. Este evento es -en parte- gran responsable de nuestro propósito en Ualá: la democratización, inclusión e independencia financiera son derechos por los cuales trabajamos, soñamos y creamos cada día. 

Somos más de 1.200 personas, de más de 15 países, que trabajamos, día a día, por un sistema financiero más abierto, seguro y transparente. Nuestra misión, como parte de la generación que creció a la sombra de una de las crisis más crudas de nuestra historia, es ser los artífices y protagonistas de un futuro mejor.

Lo construimos con historia.

 

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