Los seguros son una herramienta cotidiana que contratamos para proteger nuestro auto de robos y siniestros, cuidar a nuestras mascotas o incluso resguardar nuestro celular.
Pero.. ¿siempre fue así? De alguna manera los seguros existen desde las eras más primitivas. Ya sea cuando los hombres salían a cazar en grupos para disminuir la posibilidad de muerte o -más acá en el tiempo- cuando al transportar grandes botines en barcos o caravanas se dividían las cargas en diversas rutas para mitigar los riesgos.
La historia de los seguros es interesantísima. Por eso, antes de conocer cómo surgieron, primero debemos definirlos.
¿Qué es un seguro?
Un seguro es un contrato, mediante el cual se le paga una prima (una cantidad de plata) a una aseguradora, para que nos cubra de alguna posible contingencia futura.
Lo que hace el contrato de seguro es reducir la incertidumbre y trasladar el riesgo de quien lo contrata a la aseguradora. Claro que esa cobertura no es infinita y funciona dentro de los límites preestablecidos en el contrato (póliza). En el siguiente link podés saber más sobre cómo contratar un seguro.
Ahora imaginemos que es el primer día de trabajo de un trapecista en un circo. Al principio habrá mucho riesgo, al menos hasta que domine bien la técnica del trapecio. Puede que hasta no se anime a subir.
Supongamos que el dueño del circo lo ve dubitativo y le dice: “No te preocupes, voy a colocar una red de seguridad para que nada te suceda si te resbalás”. Así, el riesgo se traslada del trapecista a la red. Con ese seguro, el trapecista se anima y avanza.
Los seguros -en general- ofrecen un esquema de riesgos controlados para que las personas puedan avanzar ante distintos desafíos. Claro que un seguro de vida no nos devuelve a un familiar ante un accidente fatal, pero puede asegurar la manutención de sus seres queridos cuando la persona ya no esté. De la misma forma que puede entregar una suma de dinero que equivalga al valor de tu casa si se incendia o de tu celular si te lo roban.
Ahora que ya sabemos la definición, sigamos..
Cómo surgieron los seguros
El objetivo siempre fue el mismo: mitigar los riesgos. La humanidad intentó hacerlo desde hace miles de años.
Código de Hammurabi
Un ensayo de la Universidad de Cuyo remarca el hecho de que es difícil establecer un punto de partida exacto para los seguros modernos. Aún así, un primer acercamiento a una póliza podría encontrarse en el Código de Hammurabi.
Este texto, redactado alrededor del 1759 a. C. por el rey de Babilonia Hammurabi, fue un esfuerzo por unificar todos los códigos que circulaban por el Imperio Mesopotámico. No sólo protegía al deudor, condonándole la deuda ante alguna catástrofe que impidiera su pago. Además incluía un seguro contra el riesgo que sufrían los navíos. Si un navegante sufría la pérdida de su embarcación, el seguro obligaba a los demás a construirle otra. Claro, de no mediar impericia por parte del capitán de turno o que no se saliera de la ruta de viaje programada.
Como no podía ser de otra manera, los griegos y los romanos se encargaron de estructurar estos productos y ya para la Edad Media los navíos podían asegurar sus cargas. Recordemos que para ese entonces, el barco era el medio de transporte más utilizado en grandes distancias y por lo tanto el que más riesgos representaba.
Seguros al transporte marítimo
Fue en 1347 que se registró el primer seguro de transporte marítimo en la ciudad de Génova, Italia. El esquema era simple pero eficiente, al celebrarse una suerte de préstamo. El dueño de la mercancía a transportar pedía un préstamo, si esta no llegaba a puerto, no debía devolver el dinero. Si esta llegaba bien, entonces devolvía el dinero más un interés que operaba de prima.
Así, el comerciante lograba derivar el riesgo al prestamista/asegurador.
Viajemos un poco en el tiempo hasta el año 1912. El broker de seguros Willis Tower Watson contaba con una gran clientela marítima y era el corredor del infortunado Titanic.
El gran incendio de 1665: el año que lo cambió todo
Como sucede con otras innovaciones, fue una tragedia la que impulsó el proceso a una velocidad hasta entonces no vista.
Porque sí, la primera aseguradora de la historia nació en la Alemania de fines del siglo XVI, pero es el gran incendio de Londres en el año 1.666 el acontecimiento que lo cambió todo. En solo 4 días, el devastador incendio dejó sin techo a 200.000 personas y arrasó con 13.000 hogares.
Las llamas avanzaron rápido sobre la ciudad que divide el Támesis. Acá vas a poder ver una pintura que es testigo de lo ocurrido y una infografía de cómo avanzó -en esos cuatro días- el fuego que cambió para siempre a la ciudad.
Tan profunda fue la cicatriz que significó el nacimiento de los seguros organizados. Por otra parte y para hacer frente a los constantes incendios que atravesaba la capital inglesa por aquel entonces, Nicholas Barbon, economista, médico y constructor durante la reconstrucción de la ciudad, bocetó el primer seguro contra incendios.
Esto daría paso a la fundación de la primera compañía de seguros, en los términos en los que las conocemos hoy.
Qué tipos de seguros existen y cómo surgieron
Podríamos dividirlos en dos grandes grupos: contra el daño a las personas y contra los daños materiales. Pero la industria hoy se profesionalizó y especializó tanto que existen tantos seguros como objetos uno quiera asegurar.
Se puede asegurar el cumplimiento de un contrato entre dos partes (por ejemplo proveedor o cliente), las piernas de un futbolista, la cosecha de un chacarero, una laptop o incluso a una persona contra el determinado riesgo en el que puede incurrir al realizar su trabajo, como puede ser el de Accidentes Personales.
Pero volvamos de nuevo en el tiempo y veamos cómo surgieron dos de los más conocidos…
Seguros de vida
Ya en la antigua Roma las distintas colectividades religiosas distribuían fondos ante la posible muerte de alguno de sus integrantes.
Pero también se los puede asociar a la esclavitud. En 1.401 se aseguró la vida de una esclava tártara, que viajaba en barco hasta Barcelona, considerándola una mercancía. Esa es quizás la documentación más antigua que se tiene de un seguro de vida, si bien se redactó por razones muy distintas a las que aludimos hoy.
De responsabilidad civil
Ya en la Inglaterra y Francia de comienzos del siglo XIX se aseguraban los transportes de tracción a sangre como los carruajes por los daños que pudieran ocasionar a las personas o mercancías. Estos contratos son los ancestros del seguro automotor, por ejemplo
Belgrano y el desembarco del seguro en la Argentina
Adelantado a su tiempo y con las referencias tomadas luego de culminar sus estudios superiores en España, Manuel Belgrano trajo varias innovaciones económicas a la Argentina, entre las cuales se encontraba el seguro como herramienta de avance.
Una de las primeras medidas de este flamante abogado -designado secretario del Real Consulado de Buenos Aires- fue convocar, ya en época del Triunvirato (1812), a una Junta de Capitales Nacionales y Extranjeros para la creación de una Compañía de Seguros Marítimos.
Más acá en el tiempo, luego de la crisis económica mundial de 1929, surgen las primeras cooperativas y mutuales de seguros del país. Pero es en la década de 1.970 que se registran la mayor cantidad de aseguradoras autorizadas, alcanzando las 303.
¿Cómo son los seguros en la actualidad?
Los seguros son necesarios para la inclusión financiera. Incluso el Banco Mundial así lo señala.
Con los años la forma de contratar un seguro fue cambiando y mutando. Hoy, es posible hacerlo desde el sillón y con tu celular.
En Ualá nos asociamos con una líder del segmento como Willis Towers Watson, que brinda seguros y asistencias en más de 140 países. Simples, de bajo costo y podés obtenerlos 100% online.
“Junto a Willis Towers Watson nos esforzamos en pensar la mejor propuesta de valor para los usuarios de Ualá, quienes hace tiempo deseaban poder acceder a este tipo de servicios.”, señaló Andrea Arrébola, Directora de Medios de Pago de Ualá.
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Equipo de Ualá